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Albendiego en el Reino de Toledo.En Toledo se habían asentado
en el S. VIII muy pocos musulmanes, siendo predominante la población mozárabe.
Toledo fue ciudad rebelde a los emires y al califato cordobés que quisieron
someterla por la fuerza de las armas en múltiples ocasiones. Los mozárabes
toledanos se relacionaron desde mediados del S. IX con los cristianos del norte,
buscando, primero, la colaboración de Ordoño I, y luego la de sus
sucesores. El año 1010, otra vez, Toledo, había conquistado su independencia
frente a Córdoba.
Cuando la España califal se disgregó
en sus reinos de Taifas (1031), el reino de Toledo estuvo en buenas relaciones
con los reinos cristianos, hasta el punto de que Alfonso VI convivió en
Toledo con el rey musulmán Al-manún (1038-1075) durante algún
tiempo. A la muerte de Al-manún y, tras un proceso sucesorio conflictivo,
el partido mozárabe, y después de un largo asedio por parte de las
tropas cristianas al mando de su rey, entregó la ciudad a Alfonso VI, concretamente
el 25 de mayo de 1085, y con ella todo su reino taifa con Talavera, Madrid, Guadalajara,
Hita, Consuegra, Uclés, Cuenca, Atienza y Oreja. Con estas incorporaciones,
la línea fronteriza Castellano-leonesa, se traslada desde el mismo río
Duero hasta la cuenca del Tajo, siendo Coria, Toledo, Consuegra y Oreja los puntos
extremos de esta frontera, por lo tanto Atienza y Albendiego con ella, teóricamente
dejan de ser frontera entre los reinos cristianos y musulmanes, por lo que poco
a poco se irá restableciendo la calmala, paz y el sosiego. Todos estos
nuevos territorios, conquistados por Alfonso VI, se les llamarán Trasierra
(los comprendidos entre el sistema Central y el río Tajo).
Tras
la entrega y pacto de Toledo, Alfonso VI ocupa Atienza y su territorio concediendo
a los repobladores una serie de privilegios a fin de repoblar la retaguardia de
la Trasierra, afianzando estos asentamientos, aunque no dura mucho esta situación
ya que las tropas almorávides asediaron y destruyeron la villa de Atienza
en el año 1109, pasando de nuevo a manos sarracenas. Tres años más
tarde en 1112, Alfonso I, el Batallador, rey de Aragón, ocupa esta zona,
quedando de manera definitiva en poder de los reinos cristianos. En 1136, siendo
ya estas tierras de la corona castellana, Alfonso VII, crea un extenso alfoz llamado
Tierra de Atienza con cabeza en esta villa. Posteriormente, Alfonso VIII, amplía
los territorios atencinos en agradecimiento al apoyo que dicha población
le prestó cuando niño.
No hay que olvidar que Dª.
Urraca, hija de Alfonso VI de Castilla y viuda de D. Ramón de Borgoña,
casó, por compromiso, con Alfonso I, el Batallador, rey de Aragón,
por lo que en aquellos momentos estas tierras eran más aragonesas que castellanas.
En el terreno cultural Alfonso VI (1040-1109) fomentó la seguridad del
camino de Santiago e impulsó la introducción de la reforma cluniacense
en los monasterios castellano-leoneses. El monarca sustituyó la liturgia
mozárabe o toledana por la romana.
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Naturales.
Sociales.