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La visión pintoresca y original de la provincia gaditana,
la ofrecen sus llamados pueblos blancos, en los que se mezcla la arquitectura
típica con sus encaladas casas, sus castillos e iglesias de la época medieval.
Se inicia en Arcos de la Frontera, ciudad considerada como conjunto
Histórico-Artístico, siguiendo por Algar, Bornos, Espera, Villamartín, Prado
del Rey, Puerto Serrano, Algodonales, Olvera, Torre-Alháquime, Alcalá del Valle,
Setenil, El Gastor, Zahara de la Sierra, Grazalema, Benaocaz, Ubrique, Villaluenga
y El Bosque.
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